INTRODUCCIÓN:
La patología del raquis lumbar constituye un problema extremadamente grave desde un punto de vista socioeconómico, en efecto, se ha demostrado que aproximadamente el 65% de la población desarrolla por lo menos un episodio de lumbalgia complicada o no con ciatalgia a lo largo de su vida, con mayor frecuencia entre los 30 y 50 años. Representa la segunda causa de ausencias laborales después infecciones del tramo respiratorio superior y es la 3ª causa de invalidez después de las afecciones psiquiátricas y la artrosis. Sin embargo conviene resaltar que afortunadamente las radiculopatias de origen discal evolucionan favorablemente en el 90% de los casos con tratamiento conservatorio.
El efecto del Ozono es antálgico y antiinflamatorio con la consiguiente disminución del edema radicular.
Partiendo de la anatomía y de la bioquímica del disco interverteblal, es decir del ánulus periférico y del núcleo del pulposo central; veremos que en el ánulus está formado por fibras concéntricas fibrocartilaginosas y colágenas más numerosas en la parte anterior lo que explica la posición levemente descentrada posteriormente del núcleo pulposo; este último es bien diferente con respecto al ánulus en el adulto joven y se presenta como una pequeña masa gelatinosa de aproximadamente un cm., de diámetro.
Solo la parte más periférica del disco presenta vascularización, mientras que gran parte del disco es abascular y se nutre mediante difusión del hueso esponjoso de las vértebras adyacentes. Desde un punto de vista bioquímico esta formado por fibras colágenas en una matriz de proteoglicanos, glicoproteinas y agua.
El contenido del agua es del 90% en el núcleo y del 70% en el ánulus; este está dotado de fibras colágenas de tipo 1 y 2, mientras que el núcleo solo de fibras de tipo 2.
Envejeciendo, el límite entre el núcleo y el ánulus se interrumpe solo por invasión en el núcleo por parte de fibras colágenas de tipo 1, disminuye de esta forma la hidratación y fisuraciones aparecen también a nivel del ánulus.
En envejecimiento es netamente más rápido en el núcleo con respecto al ánulus y al ser más intenso provoca la clásica degeneración discal con la consiguiente pérdida de elasticidad y absorción estática dinámica.
En nuestro trabajo hemos considerado los varios conflictos disco -radiculares: la producción discal,. Expresión de una degeneración precoz del disco que desborda desde su sede normal de modo focal o circunferencias; la hernia discal contenida o preligamentosa, con ligamento longitudinal posterior íntegro dislocado posteriormente; la hernia expulsa o retroligamentosa con fragmentos discales que pueden migrar cranealmente o caudalmente en el canal espinal; la hernia parcial o totalmente clasificada.
Conviene subrayar la distinción entre hernia blanda y hernia dura.
La hernia blanda corresponde a material discal degenerado debido a un ánulus frágil fisurado y con correspondiente examen T.C. de área de menor densidad, mientras que la hernia dura es el resultado de una transformación de una hernia blanda con absorción de material que lleva a la formación de nudos osteofibrosos adherentes al ligamento y al cuerpo vertebral.
Para finalizar, hemos considerado los exitoso de intervención quirúrgica “a distancia” con lesiones fibrocicatrizantes peridurales.
MATERIAL Y MÉTODOS:
Hemos seleccionado un grupo de pacientes, intentando obtener que las muestras sean lo más homogéneas posible, teniendo en cuenta la edad, el sexo, peso, tipo de hernia, extensión, compresión radicular, densidad del material herniado, sintomatología y tipo de lesión y su cicatrización.
Todos los pacientes preventivamente siguieron un examen radiologico estándar del raquis lumbar y una tomografia axial computerizada (T.A.C.).
Sucesivamente se subdividieron los pacientes en dos grupos de 30 individuos cada uno, tomando en consideración las hernias lateralizadas y los éxitos cicatrizales.
En el primer grupo se introdujeron 30 pacientes subdivididos de la siguiente forma:
10 pacientes con hernia blanca,
10 pacientes con hernia parcial o totalmente calcificada,
10 con lesiones fibrocicatrizales.
Es estos pacientes se realizó una inyección bilateral con una concentración según protocolo de la SIOOT por lado. También el segundo grupo de 30 pacientes e introdujeron 10 pacientes con hernia blanda, 10 pacientes con hernia parcial o totalmente calcificada, 10 con lesiones fibrocicatrizales.
A este segundo grupo se le inyectó una mezcla monolateral de 02-03 a una concentración según protocolo de la SIOOT.
Además estamos poniendo a punto una nueva técnica con inyección guiada con T.A.C. Esta técnica consiste en colocar al paciente en posición decubito prono sobre la mesa T.A.C., con sucesiva exploración sobre el disco interesado y después de adecuadas mediciones, la inyección se pone lo más cerca posible de la región foraminal y por lo tanto de la hernia, inyectando solo.
RESULTADOS:
En el tratamiento de las hernias seleccionadas en el primer y segundo grupo se obtuvo una remisión completa del dolor, sea con inyección mono bilateral con el mismo número de sesiones y por lo tanto hemos preferido realizar tan sólo el tratamiento con inyección monolateral al ser menos traumática y necesitar menor cantidad de mezcla.
En el tratamiento de las hernias parcialmente o totalmente calcificadas se ha obtenido solo una parcial remisión del dolor después de 8-10 tratamientos.
El resultado en las lesiones fibrocicatrizantes se podría considerar como bizarro y escasamente clasificable, con remisiones temporales parciales y totales del dolor en lesiones poco extensas, con desaparición total en las más extendidas.
CONCLUSIONES:
Conscientes de nuestros límites, de la experiencia todavía exigua, en base a los resultados obtenidos, hemos considerado que el paciente al principio de ciclo de tratamientos, además de a una preliminar valoración clínica necesite una completa documentación neurológica con investigaciones estándar y funcionales para verificar eventuales bloqueos, vicios de diferenciación inestabilidad espondilolisis fijas y móviles.
La investigación T.A.C, a nuestro parecer, es indispensable para una valoración inicial de la patología discal y cicatricial, pero sobre todo para el sucesivo control a distancia que por ahora hemos fijado 3-6 meses de distancia. Esto sirve para verificar los cambios de la herniación sea volumétrica que desintométrica, pero también para excluir del tratamiento contraindicaciones absolutas como: pseudomeningoceles postquirúrgicos, quistes de Barlow, angiomas, tumores...
La resonancia magnética si bien sea una metódica costosa, serviría como posterior ayuda al ser más sensible que la T.A.C en la valoración de la hidratación discal.
Por lo que se refiere a una valoración definitiva de los resultados, al estar nuestro estudio todavía en fase de formación y el número de pacientes tratados demasiado reducido no nos atrevemos a extraer conclusiones definitivas y nos limitas a esperar que los controles futuros nos haga entender si efectivamente algo ha cambiado en el disco, y entonces nos atrevemos a aventurar alguna hipótesis.
(*) Acta Toxicol Ther. Vol. XVII n. 2-3- 1996
Dres. GUADALANDI G., BONETTI M., PITTIANI F.
Dr. Jorge Donato Barros.
Médico. Nº C: 283606083. Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid
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