Terapia de Ozono
Por el Dr. Prof. VELIO BOCCI*
INTRODUCCIÓN
Como todo el mundo sabe, el ozono, está localizado en la
estratosfera protegiendo a la tierra del exceso de radiación ultravioleta pero,
cuando se presenta en la troposfera, perjudica humanos, animales y plantas.
El ozono es una clase de súper oxigeno muy reactivo (la
forma triatómica), un fuerte oxidante, cuando es inhalado con otros ácidos
contaminantes es tóxico para los pulmones, a menudo porque el fluido de
revestimiento de las superficies de las vías respiratorias es incapaz de
neutralizar la sucia mezcla que contamina el aire.
Así, hay una gran preocupación por una parte en la
delgadez de la capa de ozono ó la presencia de agujeros en la estratosfera y
por otra parte por el incremento de concentraciones de ozono en ciudades como
Los Ángeles y Firenze, incluso inanimadas pero preciosas estatuas expuestas en
este cruel ambiente sufren y pierden su antiguo esplendor. En lo concerniente a
la salud humana y a la disminución de la selva es muy normal para el lector
interesado encontrar cada semana artículos en los medios científicos tratando
el problema de la toxicidad del ozono.
En contraste, el uso terapéutico del ozono en humanos y
en medicina veterinaria es raramente mencionado, si no intencionadamente
eludido. Realmente, mucha gente se sorprende al oír que el ozono, si se usa con
juicio y en cantidades bien definidas puede ser beneficioso en algunos
trastornos donde la medicina ortodoxa puede fallar. Desafortunadamente, en los
países del oeste la forma de enfocar la Ozono-Terapia es desacreditarla, porque
muy a menudo a sido tratada de forma empírica, a menudo sin escrúpulos,
manejada por médicos quienes no conocen los mecanismos básicos de acción y
piensan ingenuamente que el cuerpo humano no puede ser tratado como una planta
de esterilización de agua. El escepticismo al respecto de los efectos
biológicos y clínicos de la ozono terapia no es del todo injustificable, y
provienen tanto por la conciencia de la toxicidad del ozono así como de la
insuficiente y pobre documentación científica (4).
Hay también un incomprensible rechazo a aceptar la
terapia, a pesar del echo de que la Ozono-Terapia se realiza cada año a cientos
de miles de pacientes alrededor del mundo, principalmente a Rusia, Grecia,
Alemania, Suiza, Italia, Austria, Bélgica, Brasil, Cuba, y por ultimo pero no
menos, en cinco estados de Norte América. En otros países, la Ozono-Terapia
permanece metida en el olvido.
Sin embargo, en 1995 la oficina de Medicina alternativa
de los institutos nacionales de salud, clasificaron sabiamente la Ozono-Terapia entre la
farmacología y los tratamientos biológicos dando llegada a investigaciones
serias.
Así, como pasa a menudo con la llegada de medicinas
complementarias, hay una situación de contraste: por un lado los que creen y consideran la
Ozonoterapia como un fantástico remedio y por otra parte la medicina ortodoxa
que ni siquiera quiere ver puesta a examen critico su actividad.
¿QUIÉN TIENE RAZON Y QUIEN NO?
Creo que ambas escuelas de pensamiento tienen en parte
razón y en parte no y con el tiempo a empezado a abrirse el dialogo.
Parece importante enfatizar inmediatamente que la ozono
terapia debía ser usada solo cuando la medicina ortodoxa era incapaz de ofrecer
un tratamiento valido. Por otra parte, algunas reservas sensatas permanecen, y
no estoy del todo seguro que la ozono terapia sea capaz de adquirir una
posición estable en el armamento médico antes de que las apropiadas
investigaciones salgan a la luz. Mis dudas nacen por un número de problemas que
necesitan ser resueltos.
Primero, pese a las reglas de oro marcadas por la
Asociación Internacional de Ozono, permanece la duda de sí la manufacturación
de generadores de ozono se ajusta estrictamente a esta, con el resultante
riesgo que se deriva de la precisión de las concentraciones de ozono que pueden
ser diferentes incluso en el mismo país.
El ozono es generado usando oxigeno puro que siempre esta
en el volumen de la mezcla de gas.
El ozono puede considerarse como la droga activa y como
tal debe ser producido y usado de la
misma manera que la insulina o la penicilina. Sin embargo por el echo de tener una corta o mediana vida, el ozono
no puede ser embotellado o almacenado.
Aun así, debido al envejecimiento del generador, la producción de ozono tiende
a disminuir con el tiempo y se debe realizar un ajuste cada año o cada cien
horas de estar operativo.
Recientemente, habiendo encontrado que viejos generadores
estaban dando solo vestigios de ozono, curiosamente, en estos casos la ozono
terapia actuaba solo como terapia de placebo. Con buena voluntad estos
problemas pueden ahora ser superados, porque los modernos generadores van equipados con fotómetros capaces de medir
y repartir en tiempo real una precisa y reproducible concentración de ozono.
El segundo problema más importante son los mecanismos de
acción biológica cuando la sangre humana es expuesta de forma transitoria a la
mezcla de gas compuesta por una gran parte de oxigeno, un 95% y una mínima
parte de ozono, el 5%.
Debe ser aclarado que la administración intravenosa de
oxigeno ozono esta prohibida y nunca
debería de hacerse incluso repartiendo pequeños volúmenes de gas con una bomba
peristáltica. Es un procedimiento de riesgo que desafortunadamente fue llevado
a cabo en los Estados Unidos, sin ninguna base racional con serios efectos
colaterales.
Otra relevante objeción es que, en comparación con el
procedimiento de la terapia de autohemotransfusión, consistiendo en exponer “ex
vivo“ un conocido peso de sangre con una dosis precisa de ozono (volumen del
gas x
concentración de ozono), no puede ser establecida “in vivo“ una relación
estequiométrica entre el volumen del gas y la circulación de la sangre, porque
incluso si el índice de la infusión del gas es conocido, el índice del flujo de
la sangre venosa permanece siempre incierto y variable.
No hay duda que la autohemoterapia es la forma óptima
para el reparto del ozono. Desde que WERHLY y
STEINBART propusieron en 1954 (5) innumerables sesiones habían sido
realizadas sin efectos nocivos y con la prima que la mayoría de los pacientes
reportaron un sentimiento de mejoría durante la terapia. Es un fácil y barato
método que dura alrededor de unos 40 minutos si se lleva a cabo cuidadosamente.
No hay riesgo de contaminación, y es seguro para el paciente porque la sangre,
extraída en una bolsa estéril de 0.5 l, es retornada al donante después de 10
minutos de mezclar cuidadosamente con oxigeno-ozono. La sangre que ha sido
expuesta y ha reaccionado con el ozono es retornada y no el oxigeno residual.
¿Qué pasa con la sangre durante la breve exposición al
ozono y porque la sangre empieza a dotarse con actividad terapéutica?
Como los detalles técnicos se ponen a discusión en una
reciente monografía, solo la esencia de varios fenómenos bioquímicos van a ser
dados aquí. En la bolsa de autohemotransfusión durante la mezcla, la fase sangre eventualmente se equilibrará con
la fase gas. Hay una diferencia significativa entre oxigeno y ozono: ambas
parcialmente se disuelven en el agua de la sangre, pero mientras el oxigeno es
relativamente estable (y el PO2 alcanza valores suprafisiologicos), el ozono se
descompone y reacciona inmediatamente con varios sustratos, llamados ácidos
grasos polinsaturados (PUFA), un gran surtido de hidrofílicos (ascórbico y
ácido úrico) y lipofílicos (α tocoferol, lycopene, β caroteno, bilirrubina),
proteínas sulfhídricas (-SH), y carbohidratos. Significaremos algunas acciones
entre el ozono y las moléculas orgánicas.
El torrente de especies de oxígenos reactivos (ROS)
favorece la formación del peróxido de hidrógeno (H2 O2) que es considerado uno
de los centros de acción. De echo, la forma H2 O2 en el plasma es capaz de
traspasar la membrana celular y equilibrarse casi instantáneamente con el agua intracelular; La repentina subida
de H2 O2 en el citoplasma desencadena diferentes mecanismos de acción
bioquímica en diferentes células. Debido al echo de que la sangre es un pequeño
universo conteniendo una gran cantidad de células y componentes es posible
entender porque ozonizar la sangre desencadena diferentes actividades
biológicas y terapéuticas. El ozono puede actuar como un suave inducidor de
distintas citoquinas, a saber factores de los tumores necrósicos (TNFα),
interferón (IFNβ y γ), distintas Interleucinas (Ils) y trasformando el factor
de crecimiento (TGFβ1) (8-11). Recientemente, todas las piezas del puzzle
encajan perfectamente cuando se demuestra que el H2 O2 un factor de
trascripción denominado factor nuclear KB (NF-KB) por Sen y Baltimore (12,13).
El comunicado de la inflamación de las citoquinas ha sido demostrado que ocurre
lo mismo en los pulmones tras la inhalación de ozono. Por otra parte, cuando el
H2 O2 aumenta repentinamente dentro de los eritrocitos, el gen marcado lo puede
seguir. Pero nosotros y otros hemos observado una activación de la glicólisis y
el monofosfato hexosa cambia de vía. Esto conduce a un incremento del
trifosfato de adenosina(ATP) intracelularmente
– de aquí la energía cargada y 2-3
difosfogricerato (2-3 DPG) que,
después se une con la hemoglobina (HB), cambia la curva de la disociación con
la importante implicación del incremento de aporte de O2 al tejido hipóxico.
Según pasa el tiempo, lo que ocurre en los neutrófilos y trombocitos, desemboca
en un tema de especulación, pero nuestra hipótesis de trabajo apunta a verificar
la posible relación entre los ácidos icosapentaenoicos y el factor de
crecimiento que puede explicar el efecto de vosodilatación persistente y la
curación acelerada de ulceras letárgicas en las ramas de las isquemias limbicas.
No dejaremos pasar por alto el papel del endotelio
(posible liberador del oxido nítrico NO) que pudiera ser activado cuando la
sangre ozonizada, después de la transfusión, circula en los vasos sanguíneos.
Otro aspecto importante es el papel de los mediadores
hipídicos (fosfolípidos, hidroperoxidos, 4-hidroxiindolacético, isoprostanicos
y parecidos), originados durante el transitorio proceso perioxidativo. Estos
productos actúan probablemente como moléculas señal en diferentes sitios
después de la transfusión de sangre.
El repentino crecimiento de H2 O2 en el citoplasma debe
alcanzar un cierto umbral para poder activar los senderos bioquímicos, y esto
implica, que si la dosis de ozono (expresada en microgramo por ml por gramo de
sangre) es muy baja, ninguna activación será realizada y nos llevará hacia el
efecto placebo.
Por otro lado si el nivel H2 O2 es muy alto, a causa de
una excesiva e inapropiada dosis de ozono, el espectro de oxidación y el daño a
componentes vitales intracelulares surgen tanto directamente ó, si marcadores
de Fe++ están presentes, bajo la forma de radicales hidróxidos (OH) generados
por la vía de la bien conocida reacción de Fenton.
Debe ser añadido que las células normales están
impotentes frente al peligro oxidativo desde hace millones de años de evolución
en un medio aeróbico un potente y articulado sistema antioxidante formado por
compuestos solubles antioxidantes, y un numero de enzimas antioxidantes han
sido desarrolladas para neutralizar el estrés oxidativo. En efecto, los niveles
intracitoplásmicos de H2 O2, debido a un extremadamente dinámico proceso, son
rápidamente aplastados por reducción glutación, catálisis, y glutación de la
peroxidasa.
Esto puede ser un paso para aclarar como el ozono puede
ejercer tanto un efecto beneficioso como perjudicial para la sangre: probando
diferentes parámetros, a saber el índice de hemólisis, la reducción
intracelular y los niveles de oxidación glutación ( GSH y GSSG) el limite de
peroxidación, la total condición de los antioxidantes y la viabilidad celular, seremos capaces de definir con una
buena aproximación la ventana terapéutica del ozono (entre 30-80 μg/ml de ozono por gramo de
sangre)(6.10.23.)
Con el tiempo se han llegado a abandonar las ideas
empíricas de que las dosis de ozono podrían ser juzgadas, después de añadir el
gas contemplando el cambio de color de la sangre de azul a rojo, o que el ozono
transfiriera una pequeña energía vital a la sangre para combatir
trastornos.
No debemos desestimar la potencial toxicidad del ozono
pero sentimos que podemos aprender como controlarla.
Nos gustaría imaginar al ozono como una droga real la
cual, como cualquier otra droga, tiene una inefectividad, una efectividad y un
nivel de toxicidad.
Volviendo a aspectos prácticos, estamos empezando a
aprender que cada paciente, dependiendo de variables diferentes como la edad, género,
alimentación, estatura y tipo de dieta pueden ser más o menos sensibles. En los
extremos, la sangre considerada como un individuo con un potente sistema
antioxidante apenas puede ser activado por una dosis efectiva ocasional porque
el ozono puede ser completamente apagado por los componentes de reducción, de
la misma manera una dosis baja inefectiva de ozono puede causar una
significativa hemólisis en el paciente (cuando el ozono no debe ser usado)
careciendo de glucosa 6-fosfato dehidrogenasa (G6PD).
Sería útil enfatizar que, en un orden de efectividad, el
nivel de H2 O2 tiene que alcanzar justo el nivel umbral para la activación de
un sendero particular tanto en eritrocitos como en linfocitos. Esto quiere
decir que si el ozono tiene que ser efectivo, debemos transitoriamente (como
rutina de vez en cuando) llevar a cabo un “calculo de stress oxidativo”
rápidamente corregido por el sistema antioxidativo. El ambicioso propósito es
ahora definir para cualquier paciente un varemo y la dosis precisa de ozono
para cada trastorno.
El esfuerzo es justificado primero para anular cualquier
efecto de toxicidad, y segundo para optimizar el efecto terapéutico en las
diferentes patologías.
En conjunto, percibimos que la creencia de que el ozono
es siempre tóxico podía no ser vista como si fuera la espada de Damocles por
más tiempo. De echo en muchos de los sistemas biológicos hay un lado bueno y un
lado oscuro y no deberíamos temer por los radicales libres, ahora indicados
como ROS. Actualmente, la reciente opinión de que cantidades moderadas de
antioxidantes actúan como activadores de la reacciones biológicas, es aceptado
(24,25) y la vida en el medio ambiente terrestre es posible solo porque las células
producen continuamente O2ˉ,H2 O2 HOCI y .NO que afortunadamente nos protege de
los agentes patógenos.
El problema aparece cuando se producen por defecto o en
exceso, o cuando nuestro sistema antioxidante esta debilitado y no puede con
ellos, de ahí que el extremo de la balanza este inclinado a favor de Ros.
Deberíamos entonces de equilibrar el otro lado de la balanza-i.e., el aumentar
el poder del sistema antioxidante – y, paradójicamente, la OZONO-TERAPIA, si se
utiliza correctamente puede hacer justamente esto.
LA ADAPTACIÓN AL ESTRÉS OXIDATIVO
En 1986 Murry, et al.. Describió un fenómeno interesante
(llamado “predisposición isquemica” ischemic
preconditioning) que el daño al
miocardio resultante por una oclusión coronaria podía ser minimizado si el
corazón del perro estaba bajo condición previa con distintos ciclos de una
mínima y breve oclusión coronaria (26). Concluyeron que, por algunos mecanismos
desconocidos, periodos pasajeros de isquemia podrían ser beneficiosos por
desencadenar una serie de respuestas adaptadas.
Aproximadamente hace dos años, también fue encontrado que
series premeditadas de estrés oxidativo dadas pasajeramente dentro de un tiempo
adecuado pueden también llevar a un
estado de tolerancia, caracterizado por un simultaneo crecimiento de la
superoxidismutasa (SOD), G6PD, y una reducción de los productos peroxidantes
del plasma (6,27,28). Con el beneficio de la retrospectiva, no es una sorpresa que experimentando un pequeño estrés
de ozono respondieran positivamente e incrementaran la maquinaria enzimatica
oxidante.
También es verdad que las plantas pueden producir una
respuesta de protección contra el ozono (29-31), sugiriendo que células vivas u
organismos expuestos crónicamente al ozono tienen dos opciones: tanto sufrir la
toxicidad y morir, o reaccionar y sobrevivir por la defensa del sistema
antioxidante para normalizar el balance Redox.. Estas conclusiones pueden tener
una implicación practica importante porque tanto, infecciones virales crónicas,
cáncer, autoinmunodeficiencias y trastornos neurodegenerativos están
acompañados por un estado pro-oxidante con un progresivo deterioro de
destoxificación intracelular así que el sistema Redox comienza a
desequilibrarse. (32-35)
Puede ser muy importante el comprender como la tolerancia
al ozono puede ser activada además de la demostración de una menor inducción
selectiva de enzimas antioxidantes, seria útil entender los mecanismos
moleculares de adaptación a la inducción de ozono, particularmente el papel
protector de la proteína 72Kda (19,36). Un programa terapéutico de ozono es
humanamente evaluado con relación a la edad de degeneración del paciente para
lograr y posiblemente corregir la falta de equilibrio del sistema reductivo que
acompaña esta enfermedad.
La sangre es expuesta a concentraciones progresivamente
mayores de ozono (40,50,60,65,y 70µg/ml por gramo de sangre) durante las
primeras dos semanas; durante las cuales la adaptación del estrés oxidativo
coge su sitio. Después la ozono terapia es continuada dos veces por semana con
una concentración estable de 70µg/ml por un total de dos meses y después la
terapia puede ser mantenida indefinidamente con tres sesiones al mes. Este
planteamiento debería ser más efectivo que la administración farmacológica del
SOD (heterologous SOD), porque una proteína exogena es rápidamente absorbida
por la circulación, induciendo la formación de anticuerpos, y no alcanza el
espacio intracelular que es donde se necesita.
De la misma manera una dieta suplementaria de compuestos
anti-oxidantes puede no ser suficiente, y su exceso puede impedir la eficacia
de la ozono-terapia.
Hay claramente una considerable cantidad de trabajo
experimental y clínico por hacer; pero podía ser provechoso estar seguros que, paradójicamente,
y administrada de forma juiciosa la
ozono-terapia puede aumentar la defensa de antioxidantes. Será también
necesario averiguar por cuanto tiempo el incremento de las enzimas
antioxidantes es mantenido, porque los resultados preliminares indican que
estas desaparecen después de tres o cuatro meses; es posible que durante el
periodo de acondicionamiento, los eritoblastos en la medula de los huesos
regula genes específicos para adaptarse con el nuevo ambiente.
Si esta hipótesis se sostiene como verdadera, eritrocitos
súper-dotados aparecerían y se incrementarían en la circulación y por ello se explicaría el mejoramiento del
metabolismo. Sin embargo, debido a su tiempo de vida finito parece necesario
mantener el pasajero y calculado estrés oxidativo de la ozono-terapia.
¿ES LA OZONO TERAPIA UN TIPO DE PANACEA?
Médicos escépticos dicen irónicamente que la ozono
terapia parece ser un tipo de “omnia Sanans” o panacea. De hecho si uno
considera seriamente el número de objetivos
presentes en la sangre estimulados por ROS y la posible activación de
extensos y diferentes funciones biológicas, parece razonable imaginarse una
respuesta clínica en innumerables patologías. Un único aspecto de la ozono
terapia es que esta actúa a un nivel básico que es poco probable que produzca
resistencia bacteriana; Además si son usadas concentraciones juiciosas, no
sobraran residuos tóxicos, pues serán rápidamente eliminados por el sistema
antioxidante. Como una ráfaga de viento el ozono actúa y desaparece totalmente.
La definición de las enfermedades en las que la
aplicación de la ozono terapia puede ser beneficiosa, particularmente cuando
terapias ortodoxas no son viables o son inefectivas, es un asunto importante.
La prioridad es sobre las infecciones. El ozono fue usado por primera vez el la
I Guerra Mundial cuando salvo la vida de soldados heridos afectados por la
gangrena gaseosa (gaseous grangrene).
Además de bacteria anaeróbica, la cual es extremadamente sensible incluso al
oxigeno a causa de difundir bacterias resistentes a los antibióticos, hoy el
ozono es utilizado con provecho tanto en soluciones ozonizadas como en aceite
para uso tópico de heridos de guerra, bacteriales, virales, infección de
hongos(4,37), flemones, fisuras anales, gingivitis, oteomelitis empedernida,
ulceras decúbitos, fístulas, peritonitis, sinusitis, estomatitis,
volvovaginitis y preocupantes cicatrices son dadas a mejorar con el tratamiento
porque las soluciones ozonizadas dispensan un efecto limpiante y actúan como un
potente desinfectante. Además, las autohemotransfusiones ozonizadas, activan el
metabolismo celular y la producción de citoquinas en el sistema inmunológico,
ayuda a luchar contra la infección, jugando un papel mayor la estimulación del
proceso de cicatrización, otra citoquina, como es TGFβ1, es probablemente la
que acelera la cicatrización de la herida. (11,38)
Aparte, hay distintos estados patológicos donde el agente
infeccioso, normalmente un virus, permanece más o menos activo porque el
sistema inmunológico es incapaz de eliminarlo. La hepatitis crónica B y C
constituye un serio problema por su extensa difusión y tendencia a evolucionar
dentro de dos o tres décadas hacia la cirrosis y/o hepatocarcinoma. No hay
dudas de que la droga de elección ha sido IFNα, pero desafortunadamente algunos
pacientes no obedecen a ella por efectos colaterales, particularmente a
pacientes ancianos problemáticos. A causa de varias razones ( genotipo vírico,
formación de anti-IFN-anticuerpos, coinfección vírica, etc.), algunos pacientes
responden pobremente o no del todo, y el rango de respuesta completa esta entre
el 25 y el 33 por ciento. También porque los tratamientos son caros; hay
millones de personas en el mundo las cuales no reciben ninguna terapia
.
¿Hay una base significativa para usar la autohemo terapia con ozono?
No hay duda que el
ozono tiene una actividad vírica, porque a trabes de la peroxidación de los
fofolipídos y lipoproteínas, la
integridad vírica esta comprometida. La oxidación de las ligaduras virales
puede debilitar en el tiempo su compromiso con receptores específicos
celulares. En la practica, sin embargo, los efectos víricos directos permanecen
en una relación dudosa: durante la ozonización de la sangre “ ex vivo”, la
concentración de ROS generados puede inactivar las partículas libres víricas en
el plasma, pero después de la reinfusión, debido a la consiguiente disolución e
inactivación por los antioxidantes, ¿Cuánto tiempo permanecerá ROS activo? Por
otra parte, la mayoría de la carga viral esta localizada intracelularmente y
paradójicamente protegida por un sistema antioxidante “en vivo”. Así otros
mecanismos pueden ser operativos, y probablemente el más relevante es la
estimulación humoral y células mediadoras de inducción a la vía inmunitaria de
citoquinas como son IL-2,4,6,12 TNFα, y IFNγ . Células infectadas se hacen más
propensas a ser reconocidas y matadas por diversos efectos citotóxicos de las
células.
En conjunción con la muerte de los hepatocitos, mejora el
metabolismo del hígado y la liberación del factor de crecimiento de hepatocitos
(HGF) puede estimular la regeneración del hígado y acelerar la recuperación de
las funciones hepáticas.
Además, mientras hepatocitos normales pueden lanzar
encimas como respuesta defensiva, células infectadas víricamente las cuales
están en un estado de hiperoxidación pueden ser como una perdida e incapaces de
incrementar niveles SOD y
GSH Px.
Si esto ocurre “en vivo”, estas células pueden encender
el mecanismo “apoptotico”. Así la autohemoterapia, lejos de llevar a cabo
estudios descontrolados, puede reducir diagnósticos severos o la duración de hepatitis crónicas y agudas,
igual de bien que cualquier otra infección viral.
Tercero, no viene
como una sorpresa de que el ozono inhibe el crecimiento de las células
cancerigenas in Vitro, pero permanece la duda si se pudiese obtener un efecto
directo “en vivo”. (39); Una probabilidad razonable es que el cáncer de las
células humanas tiene el sistema antioxidante dañado y es incapaz de ejercer
una inacctivación perioxidativa efectiva. Además, si la (upregulation) glutatión de enzimas antioxidantes
ocurre solo en células normales, puede interrumpir el circulo vicioso descrito
por Toyokuni el al. Como un persistente
estrés oxidativo capaz de amplificar el proceso oncogénico (34). La
inmunomoduladora actividad de la autohemoterapia ozonizada puede representar
una ventaja tanto en el tratamiento de mínimas enfermedades residuales o
incluso en lentos procesos metastáticos de cáncer en pacientes ancianos, donde
una monoquimioterapia paliativa parece inútil y empeora la calidad de vida, la
mejorada oxigenación del tejido neoplásico debería de inhibir la liberación del
factor de crecimiento vasculoendotelial (VEGF), así controlando la
neoangiogenesis y el crecimiento tumoral mientras no hayan sido aplicados datos
controlados para probar que la ozono-terapia es beneficiosa en tumores sólidos,
permanece la atormentadora posibilidad de que podría ser usado en muchos
pacientes que se sienten abandonados de haber llevado a cabo sin éxito terapias
ortodoxas.(40)
Finalmente, debido a diferentes agentes causantes, como
la diabetes, arterosclesoris, tabaquismo, o particularmente un intenso daño
oxidativo durante su vida, diferentes problemas circulatorios (isquemia en los
miembros, isquemia de corazón, cerebro y retina) desarrollados con el común
denominador tanto en isquemias agudas como crónicas. La autohemoterapia
ozonizada puede tener efectos beneficiosos porque, como se ha mencionado,
favorece la vasodilatación, incrementa el suministro de oxigeno en los tejidos
de la hipoxia., y posiblemente liberar factores de curación de las heridas.
Los resultados clínicos en trastornos agudos
cerebrovasculares., isquemias crónicas cardiopaticas y particularmente en la
isquemia de los miembros (III.-IV) han sido impresionantes, particularmente,
cuando combinamos la metódica con un tratamiento tópico (41,42), pero
randomizando estudios ciegos dobles quedan por ser hechos.
A pesar de todas estas dificultades , la ozono-terapia
mantiene un fascinante problema porque la activación de diferentes mecanismos
biológicos puede beneficiar un efecto sinérgico terapéutico.
En contraste, la moda de la administración de dosis
farmacológicas de la recombinación IFNα o IL-2
en el cáncer aparece como un reducido acercamiento con escasos
beneficios clínicos y marcados efectos secundarios.
CONCLUSIONES
Después de una larga e infructuosa búsqueda de un
inducidor ideal del interferón para que esta citoquina pueda ser producida
endogenamente y actúe en el terreno
fisiológico, por mera coincidencia fue encontrado que el ozono puede inducir
una ligera producción de citoquinas sin dejar salir ningún bioproducto
residual. También nos dimos cuenta que: primero, entre los acercamientos
médicos complementarios, la ozono terapia en uno de los pocos susceptibles para un escrutinio experimental, segundo,
trabajar en la ozono terapia ha sido además empírico; tercero, escepticismos y
perjuicios son malos enemigos de cualquier intento científico.
Parece difícil aclarar mientas sin vías los mecanismos
biológicos, la posible eficacia clínica, y cualquier posible toxicidad.
Hoy en día el ozono no parece ser una molécula más
horrible que el O2ˉ,H2 O2, NO y HOCL, producidas por nuestras células
fagocitarias cada minuto durante nuestra vida. Hemos aprendido que el ozono
puede ser usado como una droga y, dependiendo de su concentración, puede ser
inútil, activo o tóxico. A pesar de un mínimo respaldo, estoy seguro que
gradualmente seremos capaces de aclarar otros efectos cruciales del ozono en
los neutrófilos, plaquetas y en las células endoteliales.
Productos lípidos oxidativos, generados después de la
acción del ozono en los lípidos del plasma, son probablemente importantes
mensajeros y pueden ser la llave para entender como los receptores celulares en
diferentes órganos actúan como sensores capaces de encender en expresión genética
siendo ventajoso en la adaptación del huésped.
Sobre esta base el ozono podría llegar a ser la droga
capaz de potenciar el sistema antioxidante y corregir el desequilibrio en el
sistema Redox.
Mientras la oxigenación hiperbárica es una terapia ideal
en la intoxicación por el monóxido de carbono, embolismo, mionecrosis
costridial, es un tanto inusual y a la larga más caro que la ozono terapia para
otras patologías (43).
Hoy en día el más serio escollo permanece en la
evaluación de la eficacia clínica y es imperativo llevar a cabo randomizando,
procesos clínicos dobles ciegos para los trastornos que en líneas generales es
usado el oxigeno como un control. En orden de definir el tratamiento óptimo,
primero debemos analizar la menos dos concentraciones de ozono y diferentes
programas. Si un beneficio clínico real puede ser demostrado en el grupo
tratado, uno debe además evaluar si la mejoría es tanto estable como pasajera y
si la recaída puede ser vuelta a tratar con éxito. Esto es fácil de decir pero
es muy difícil de hacer; para mí desanimo, universidades médicas en Italia,
Alemania y Suiza por diferentes razones son reacias a evaluar la ozono terapia.
También cada tratamiento cuesta solo unos 10$
U.S.A, esto implica también el costoso tiempo del personal medico. Una
de las barreras es que los procesos clínicos son caros y consumen tiempo, y
obviamente las industrias farmacológicas no están interesadas en financiar
estos estudio. En nuestra época de enormes costes médicos esta la sorpresa que
las autoridades medicas y las aseguradoras de salud privadas no han abrazado
todavía la posibilidad de aprovechar un tratamiento terapéutico muy barato.
Desdichadamente, la validez de la ozono terapia, como es estimada por los
médicos, permanece en el reino de la ficción tanto porque los resultados son
anecdóticos, o posiblemente debido al efecto placebo o porque, muy a menudo, la
ozono terapia es parte de dos, si no tres, tratamientos complementarios usados
simultáneamente. Según nos acercamos al tercer milenio y moviéndonos hacia la
medicina molecular, la velocidad de increíbles descubrimientos tiende a
acelerarse. Sin embargo, significativos logros terapéuticos, como ha sido
notable en genética, vienen despacio, y normalmente se toman aproximadamente
una década para transferir una droga del banco de laboratorio a la utilización
en los pacientes.
El progreso en la ozono terapia ha sido muy lento, y el
peligro es permanecer impasibles. Por lo tanto, debemos rápida e
inequívocamente definir su eficacia clínica si deseamos ayudar a los pacientes,
los cuales no responde o no obedecen con los tratamientos suministrados por la
medicina ortodoxa.
Dr. Jorge Donato Barros.
Médico. Nº C: 283606083. Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid
Consultorio
Calle de la Princesa 3. Duplicado. Piso 1º. Apto. 0115
Plaza de los Cubos. Madrid. Teléfono: 919 223 569